El pasado noviembre de 2021 grabamos nuestros dos primeros CDs. En el post de hoy hablaremos de Czerny y Reger. Música para piano a cuatro manos. Os contaremos el porqué de nuestra elección y qué representan para nosotros estos dos grandes compositores.
El motivo que nos ha incitado a grabar este repertorio ha surgido por la necesidad de reivindicar una música poco interpretada de los compositores Carl Czerny y Max Reger por cuestiones que, a nuestro parecer, nada tienen que ver con la calidad musical de sus obras. Hemos elegido la Ouverture Caractéristique et Brillante op. 54 de Czerny y las Variaciones y Fuga sobre un tema de Mozart op. 132a de Reger.
La figura de Carl Czerny como compositor, pianista, pedagogo y teórico ha quedado eclipsada totalmente por la de su maestro Beethoven, uno de los pilares fundamentales de la música clásica, y compañeros como Haydn, Mozart y Schubert, entre otros. Pero no es menos cierto que Czerny ha contribuido directamente en el progreso de la música con muchas de sus habilidades. Por enumerar algunos ejemplos esclarecedores, Czerny fue quien, como intérprete y pianista, estrenó el Concierto “Emperador” op. 73 de Beethoven en Viena el 11 de febrero de 1812 y, como compositor, su catálogo de obras publicadas asciende a más de 800 y muchas más inéditas. Sin embargo, habitualmente, son los pianistas principiantes quienes más interpretan sus obras, y más en concreto los estudios pedagógicos (que tan sólo representan una parte muy pequeña de su producción) para mejorar la técnica pianística, lo cual perjudica la reputación de sus composiciones, una realidad que probablemente disuade a pianistas más profesionales de incluir alguna de sus piezas en su repertorio de concierto. De la misma forma que Beethoven invirtió su poco tiempo de docencia en Czerny, éste se dedicó a la pedagogía como una faceta más de su profesión, siendo Franz Liszt uno de los alumnos predilectos. Y por último, pero no menos importante, como escritor dejó constancia de utilísimos comentarios para poder interpretar toda la obra de Beethoven y transmitió como testigo la forma de tocar y improvisar de su maestro en el fortepiano con su libro Über den richtigen Vortrag der sämtlichen Beethovenschen Klavierwerke.
Por lo que respecta a Max Reger, por desgracia su música no ha sido programada en salas de conciertos con tanta frecuencia como la de otros compositores. En este caso, quizás una de las causas sea porque su música es densa e intrincada en polifonía, por lo que exige al oyente una atención muy intensa para poder entender la composición. Reger tuvo una personalidad caracterizada por los excesos, tanto en el ámbito personal como en el musical, y tal cual se descubre en la densidad, masa y exageración de su música. La dificultad para el público de delimitar una melodía cuando se está inmerso en un torbellino de texturas polifónico-armónicas de estilo romántico-tardío expresionista produce una sensación de masa sonora, tal vez abrumadora, que puede llevar a la saturación y a la disminución de la atención por desgaste. Del mismo modo, para el propio intérprete ya es un desafío entender tal textura sonora para interpretarla, lo cual puede obstaculizar empatizar con su obra y, en consecuencia, incorporarla en su repertorio de concierto. Sin embargo, esta música posee una gran calidad. Su ingenio e inspiración la hace sucesora de la línea de pensamiento y la estilística de Johannes Brahms, así como de figuras como Bach, Händel, Mozart, Telemann y Beethoven por su mirada constante al pasado. Max Reger, a diferencia de Brahms, entra ya en el siglo XX con la revolución industrial y las máquinas que marcarán el paso de las siguientes décadas cultural y socialmente. Nuestro objetivo con la interpretación de la música de Max Reger a cuatro manos es transmitir esta transcendencia, seriedad y gran estructura, junto a una claridad, transparencia y colorido.
